LOS SIETE MAESTROS
por Alejandro Fabara Torres, publicado en Diario LA HORA
Borges decía, sin disimulo, que no entendía del todo su fama, aunque la agradecía. Era reconocido mundialmente por lo que había escrito, pero lo que él siempre había querido es darse a notar por lo que había leído. Esta anécdota de Borges, me enseñó que la mejor manera de aprender a escribir es dedicarse a leer. Así lo han hecho los grandes autores del siglo XX.
Con motivo de la visita del premio Nobel Mario Vargas Llosa a Ecuador quiero hablar de su último ensayo: «La llamada de la Tribu». Este trabajo es una especie de autobiografía, Vargas Llosa nos narra el recorrido que ha hecho desde su juventud impregnada de marxismo y existencialismo sartreano hasta llegar al liberalismo de su madurez. El premio Nobel vuelve a mostrar su genialidad al ser capaz de teorizar su metamorfosis, vinculándola al descubrimiento intelectual de los filósofos de su tiempo.
En conjunto es una aportación valiosa al debate político contemporáneo, en el entorno de un pensamiento empobrecido en el que las ideas son constantemente sustituidas por ocurrencias y las opiniones con tuits.
La llamada de la tribu es una especie de cena con siete de los maestros que lo convirtieron a la fe liberal de la que ahora se siente tan orgulloso. El libro es un agradecimiento a su tribu, a todo lo que esos maestros liberales hicieron por la salvación de su alma: Adam Smith, José Ortega y Gasset, Friedich von Hayek, sir Karl Popper, Raymond Aron, sir Isaiah Berlin y Jean François Revel.
Su trabajo es un análisis de la evolución de las ideas sobre la libertad, como clave fundamental de la democracia; y la lucha contra el populismo, su mayor amenaza. De esta apasionada apología del liberalismo, al autor solo le reprocharía el escepticismo cáustico de los valores de la socialdemocracia.
En conjunto es una aportación valiosa al debate político contemporáneo, en el entorno de un pensamiento empobrecido en el que las ideas son constantemente sustituidas por ocurrencias y las opiniones con tuits. Es momento de recuperar el sentido común, que Vargas Llosa echa en falta y que, como ya se encargó de denunciar Ortega y Gasset, resulta ser por lo general el menos común de los sentidos.
